La importancia que tiene la gastronomía en Francia se ve reflejada en los eventos que se realizan al año
El país galo, con sus bellos ríos, sus imponentes monumentos y sus fabulosas playas, es uno de los destinos soñados por cualquier turista en plan de vacaciones. Las luces de París, la historia de las antiguas civilizaciones que poblaron el mundo, las muestras del mejor arte europeo y mundial, son sólo algunas de las principales motivaciones para visitar este país tan especial. Pero hay otra que tiene tanta o más trascendencia que las anteriores: su exquisita y refinada gastronomía,que sin lugar a dudas ocupa los primeros planos en la materia a nivel internacional.
Es Patrimonio de la humanidad
Tan destacada es la gastronomía francesa, que esta considera por la UNESCO, Patrimonio Mundial de la Humanidad. Las razones esgrimidas para tan peculiar selección están directamente vinculadas a las características singulares que distinguen a esta cocina de otras: la utilización de productos de calidad, generalmente de origen local, y su virtuosa combinación; la cuidada elección de los platos, respetando siempre la diversidad regional y de los terruños; la precisa combinación entre platos y vinos; la estética y la decoración de la mesa, y las conversaciones.
Este último punto no es menor, ya que refleja fielmente el espíritu social que tiene la comida para los franceses. Para ellos, el sentarse a la mesa no implica únicamente el hecho puntual de satisfacer una necesidad fisiológica, sino que, por el contrario, es considerado como una ceremonia, un ritual que siempre comienza con un aperitivo y finaliza con un digestivo, mientras que en el medio se suceden al menos cuatro platos: una entrada, pescado y/o carne, queso y un postre, y por supuesto el infaltable pan y el vino para acompañar cada plato. Cada circunstancia de la vida que amerite una celebración, es la ocasión perfecta para una buena comida, y por lo tanto para la reunión, ya sea familiar, entre amigos o laboral.
Foto: iStockPhoto
La variedad de los componentes de acuerdo con la región del país es algo fundamental y que se debe respetar en cada preparación. Por ejemplo, en la cocina del noroeste usa mantequilla, creme fraiche y manzanas a la hora de elaborar los platos; en cambio el sureste posee una influencia más fuerte de la cocina italiana, por lo cual cada plato se acompaña con aceitunas, finas hierbas y tomates. En el norte, influido por los belgas, priman la patata, la carne de cerdo, las judías y la cerveza, y en el este, donde se ve mayormente la impronta alemana, son muy frecuentes el tocino, las salchichas, y la cerveza. Y a nivel general, los productos obtenidos de la agricultura tienen un rol preponderante en la cocina francesa, como ser el queso, el vino o la carne.
En todas las comidas se respeta ese orden del que hablábamos líneas más arriba, si bien el contenido puede variar de acuerdo con la región del país en la que nos encontremos: primero se sirven los apéritifs, que suelen consistir en vino oporto o licor de alguna fruta, junto con un bocado o canapé, frutos secos o aceitunas; luego sigue el entreé o hors d’oeuvre, un primer plato bastante liviano, comparable con el antipasto italiano, que puede ser una ensalada o sopa. Más tarde continuamos con el plat principal o plat de résistance, donde aparecen las carnes, ya sea vacuna o de pescado, con una guarnición de arroz, pasta o legumbres. A renglón seguido es el momento de la degustación de quesos o fromage, siempre con una buena copa de vino para alivianar la digestión, y finalizamos con el postre o dessert, donde sobresalen los preparados en base a frutas y yogurt. Y por supuesto es menester en algún momento ir a una panadería y probar las famosas baguettes, pain ou chocolate y las croissants.
Clasificación de los establecimientos gastronómicos
Algo que se debe tener en cuenta a la hora de elegir un sitio para ir a comer en Francia es que existe una suerte de clasificación de los establecimientos gastronómicos dependiendo de la hora del día. El restaurante no difiere demasiado de las características que puede tener en cualquier otra parte del mundo, mientras que el bistrot o bistró es un sitio en el que los menúes se suelen dictar en forma oral o se escriben diariamente en una pizarra que se exhibe en la banqueta del local. Por su parte el bistrot à vin tiene la fisonomía de una clásica taberna, pero con el tiempo ha ido mutando hacia la forma de una vinoteca. Otra clase de local es el brasserie, que es eminentemente un sitio de expendio de bebidas, pero que ofrece también algunos platos como acompañamiento. Uno de los más populares es sin duda el café, donde se sirven todo tipo de variedades de esta infusión y también distintas bebidas alcohólicas. Luego tenemos los salones de thé, que vende bebidas calientes, el bar en el que se preparan bebidas alcohólicas más elaboradas como cócteles, licores y demás; el bouchon, que ofrece platos típicos sin llegar a ser haute cuisine, y por último el estaminet, un lugar en el que se solían reunir las clases trabajadoras y hoy día es una atracción turística.
La importancia que tiene la gastronomía en Francia se ve reflejada en los eventos que se realizan año tras año relacionados directamente con lo culinario. En febrero por caso se celebra el Salón Internacional de la Agricultura, en donde se brindan actividades, demostraciones de cocina en Alsacia, se descubren los secretos del queso de Auvernia, se prueba el vino de Burdeos entre otras cosas. En marzo es el turno del Festival de Comida Omnívoro en París, durante tres días en los que los chefs, pasteleros y artesanos de todo el globo muestran sus habilidades, y luego se organizan cenas en varios restaurantes parisinos. La capital también es sede en mayo de la Feria de París, donde tienes la oportunidad de probar todos los productos y servicios cotidianos, asistir a talleres de cocina y concursos de vino.
Un més más tarde se celebra el Burdeos festeja el Vino, cada dos años cuando llega el verano. Allí los amantes de esta bebida están de parabienes con degustaciones, talleres, conciertos y más. Recuerda que puedes contar con los apartamentos de Burdeos para descubrir toda la cultura vinícola de la zona, accediendo a tours por las propias bodegas que elaboran este vino tan popular en todo el mundo.
Foto: Viñedos Burdeos vía miviaje.com
Entre los meses de julio y septiembre, se lleva a cabo el festival Qui cuisine la cuisine, en el que se cruzan productores y chefs para ir de compras y almorzar en un entorno natural. La Fiesta de la Gastronomía tiene lugar en septiembre, y allí se efectúan banquetes, catas de vino, clases de cocina y visitas a sitios de renombre. También en este mes está Tous au Restaurant, que permite durante una semana entera conocer los mejores restaurantes franceses a precios módicos, y el evento Etoiles de Mougins, festival con sede en el pueblo del mismo nombre en el que los chefs más importantes realizan recetas en vivo y dictan talleres culinarios, además de haber concursos para aficionados. Por su parte en octubre es tradición la Fiesta de la Vendimia en el mágico distrito parisino del Montmartre, allí hay degustaciones, animaciones, conciertos y otros festejos. Y por último en noviembre es el momento del Salón del Chocolate, que congrega en París a casi 200 chocolateros europeos e internacionales para que el público pueda conocer sus exquisiteces y obtener los productos a menor precio.
Un gran ejemplo de como se puede impulsar un país, a través de su gastronomía.
El cuarto jueves de noviembre, un día señalado en el calendario americano, incluso más que navidad, y donde el protagonista es la cena de pavo. ¿Pero de dónde viene esta tradición?
El pavo: alimento para los primeros colonos
Buscando en la documentación relativa a la llegada de los primeros colonos a América, encontramos el relato de las primeras familias que durante el año 1621, desembarcaron del Mayflower en las costa de Plymouth (Massachussets).
Una de las historias que ha pasado de generación en generación se basa en las dificultades que tuvieron estos primeros norteamericanos para alimentarse, y en cómo los indios les ayudaron a sobrevivir. Hubo una fiesta de agradecimiento en la que algunos grupos de indígenas estuvieron invitados, y por ello en la comida no faltaron ingredientes como el maíz, el pato o el pavo salvaje, que con el tiempo se domesticó y acabó siendo el gran protagonista.
Sin embargo, otras fuentes aseguran que en aquella cena no se comió pavo, pero sí otras aves de corral. Sea como fuere, actualmente es todo un símbolo del pueblo norteamericano, por lo que cada año, el presidente de la nación indulta a uno o dos de estos animales, en un acto cargado de simbolismo, costumbre que instauró Bush padre. Los pavos son traídos a la Casa Blanca por la National Turkey Federation, y tras el mediático indulto pueden volver a la granja a morir tranquilamente.
Consumo de pavo en Estados Unidos
Según la National Turkey Federation (NTF), entidad que agrupa a todos los productores de pavo, en el año 2019 se consumieron en Estados Unidos 50 millones de pavos el Día de Acción de Gracias. Pero además, ofrecen otros datos interesantes: desde la década de los 70 hasta la fecha se ha duplicado la cantidad de pavos en el mercado. En aquellos años, la mitad de la producción anual se consumía directamente en esta fecha, pero es sólo un 30%, ya que en Estados Unidos se come carne de pavo durante todo el año, incluyendo una tendencia creciente en los embutidos.
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El 16 de noviembre es un día de celebración en el país, ya que se conmemora el Día de la Gastronomía Mexicana, festejo que se remonta al año 2010, cuando la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) reconoció la importancia de ésta al inscribirla en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, siendo la primera cocina en ser incluida.
Dicho reconocimiento fue otorgado por la complejidad y profunda conexión que tiene la gastronomía mexicana con la historia, cultura e identidad de la nación. Así como la variedad, que nos permite encontrar en cada región diferentes costumbres culinarias, técnicas y platillos característicos.
Foto: Cortesía / Fundación Herdez
Además de su rico sabor, nuestra cocina se distingue por haber integrado tradiciones indígenas y europeas, así como de Asia y África logrando una fusión de gran riqueza.
Gastronomía de reconocimiento mundial
A lo largo de los siglos ese mestizaje culinario ha ido evolucionando para convertirla en una de las más creativas, diversas y reconocidas en todo el mundo, despertando así, el interés de chefs, investigadores y amantes de la comida.
A su vez, nuestra gastronomía ofrece un alto valor nutricional ya que a menudo se basa en ingredientes frescos y saludables como frijoles, maíz, calabaza, chiles, aguacate y tomate, convirtiéndola en una opción culinaria equilibrada y nutritiva.
La protección y divulgación de nuestra cultura gastronómica que ha permitido darle valor y reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional se debe en gran parte a instituciones como la Fundación Herdez que este 2023 cumple 35 años. A lo largo de este tiempo ha estado dedicada a la investigación, preservación, así como difusión de la gastronomía mexicana y sus tradiciones, para lo cual en 1997 inauguró la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana, de acceso gratuito a consulta y que se encuentra en la sede del Centro Histórico.
Foto: Cortesía / Fundación Herdez / Biblioteca de la gastronomía mexicana
Este recinto se ha convertido en un tesoro invaluable para todos los amantes de este tema, así como un recurso esencial para investigadores, estudiantes de gastronomía y turismo y entusiastas. En su acervo podemos encontrar más de 7,000 títulos que incluyen publicaciones diversas como lo son recetarios, diccionarios, revistas, entre otros. Algunos de los más relevantes son la colección de Josefina Velásquez León, el Manual de Cocina Michoacana, el recetario de la Hacienda de Peñasco y ElCocinero Mexicano 1831, este último cuenta con el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Memoria para América Latina y el Mundo.
Difusión de la gastronomía mexicana
Del mismo modo, Fundación Herdez comprometida con la investigación y difusión de nuestra cocina tiene un proyecto editorial conformado por Tonacayotl: nuestro sustento, una colección de 10 títulos que inició en el año 2010 con El chile y finaliza en 2020 con Amaranto, comida cotidiana y ritual. Cabe destacar que, en el 2019, Cacao. Alimento divino, fue reconocido como el mejor libro en la categoría E7 chocolate, Food Culture Gourmand, dentro de los premios que otorga Gourmand Word Cookbook Awards en Macao, China.
Ese mismo año, en busca de aliados estratégicos que comparten la misión de difundir la gastronomía mexicana, se firmó una alianza con la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA), que alberga en su biblioteca, el acervo más importante en Estados Unidos de libros de cocina mexicana. Esta colaboración fortaleció aún más los lazos entre México y Estados Unidos en el ámbito culinario, permitiendo un intercambio de conocimientos y recursos invaluables para ambas naciones. La Fundación Herdez ha buscado de manera constante tener en su biblioteca lo más relevante y actualizado en gastronomía mexicana. Recientemente se integró el libro Cocina Zapoteca de la reconocida cocinera tradicional de Oaxaca, Abigail Mendoza.
Foto: Cortesía / Abigail Mendoza / Premio nacional de artes 2023
Difusión de la cultura gastronómica de México
Asimismo, para difundir la historia y evolución de la cocina mexicana a lo largo de los siglos, en el 2000, se inauguró el Museo “Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez”, que es miembro de ICOM (Consejo Internacional de Museos) desde 1994. Este espacio en promedio recibe al año de 10,500 visitantes de todas las edades, quienes pueden adentrarse en un recorrido iniciando con la cocina prehispánica y finalizando con la cocina mexicana transformada de los tiempos modernos.
Adicionalmente, la Fundación Herdez ofrece a sus visitantes talleres, charlas y deliciosas degustaciones que se inspiran y siguen el calendario anual gastronómico. Un ejemplo de ello, son sus talleres de rosca de reyes, sus degustaciones de tamales y finaliza con la temporada de día de muertos con un irresistible pan de muerto, así como ponche y buñuelos de temporada navideña.
Foto: Cortesía / Fundación Herdez
La Casa Doña María Pons
Finalmente, en mayo de este año, la Fundación Herdez inauguró la sede en San Luis Potosí: Casa Doña María Pons, como un homenaje para honrar la memoria de María Pons Nicoux, creadora del mole Doña María. Cabe destacar que este platillo se ha convertido en uno de los más emblemáticos de nuestra gastronomía. En esta sede, se ofrecen visitas temáticas en torno a éste, donde se habla de su proceso, partiendo desde su origen, mestizaje y hasta llegar a la posibilidad del mole Doña María.
El Día de la Gastronomía Mexicana es una ocasión para enaltecer la riqueza culinaria del país reconocer su valor cultural, histórico y económico, así como su influencia a nivel global. Es una oportunidad para honrar las tradiciones, los sabores auténticos y la diversidad de México.
Foto. Cortesía / Fundación Herdez
Si bien, la comida mexicana ha ganado reconocimiento a nivel internacional por su sabor, creatividad y autenticidad, a medida que el mundo moderno avanza, la preservación de las tradiciones culinarias se vuelve crucial. Celebrar este día es una forma de asegurar que las recetas, técnicas y conocimientos culinarios se transmitan a las generaciones futuras, así que festejemos ya que este tesoro culinario merece ser elogiado y preservado.
Te invitamos a visitar la Biblioteca de la Gastronomía Mexicana y el Museo “Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez, localizados en la sede de Fundación Herdez en Seminario 18, Centro Histórico de la Ciudad de México. https://fundacionherdez.com/
El Choripán en un ícono argentino con características y condiciones sobresalientes. Este manjar portable, rico, nutritivo, que puede comerse al paso y que caracteriza a la gastronomía Argentina a nivel mundial.
Características del Choripan
El choripán es un típico sándwich argentino que suele aparecer como preámbulo de los asados. Se prepara generalmente con pan francés y un chorizo asado a la parrilla en el medio. Al chorizo se le pueden sumar tomates y lechugas y aderezos como salsa de tomate con ají u otros sabores.
La historia
El origen del choripán local se remonta al siglo XIX, cuando los gauchos de las zonas rurales preparaban asados y empezaron con el hábito de comer el chorizo entre dos panes. Luego, esta tradición llegó a las zonas urbanas, transformándose hoy en un plato típico de la Argentina.
Foto: Pintura Ramón Bayeu y Subías
Sus orígenes pueden rastrearse hasta mucho más atrás en la historia. Podemos encontrar hoy en el Museo del Prado una imagen pintada en 1876 por Ramón Bayeu y Subías, curiosamente cuñado de Mozart, en la cual podemos ver a un joven vendedor mostrado las ristras de chorizos que tiene a la venta y según cuenta la historia, en ocasión de encontrarse el Rey Carlos IV de cacería, se cruzó con este joven quien le ofreció un bocado de su mercadería, y para gran placer del rey, sació el apetito que tan activo deporte le había despertado y que quizá acompañado de algún trozo de pan se convirtiera en uno de los primeros choripanes de la historia.
Aunque es un mito difícil de creer, se trata de construir una historia que de fe de la existencia histórica de este alimento. Por ello, démosla por valida y a reserva de más investigación al respecto.
Un alimento popular
Foto. Puesto callejero de choripanes
Actualmente es considerado uno de los diez platos favoritos de los argentinos. Se lo puede consumir en puestos callejeros, particularmente en unos carritos ambulantes ubicados en las puertas de las fiestas populares de cualquier región nacional. Se calcula que en la Argentina se consumen unos 600 millones de choripanes por año, a un promedio de 15 por persona.
El choripán es una delicia y aportación del pueblo argentino, que merece la pena comerlo por lo menos una ves en la vida!
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