Alguna ves te haz preguntado porque cuando comes tu alimento favorito sientes un enorme placer. Es algo que no puedes expliar pero te sucede y hace que tu cuerpo tenga una experiencia de satisfacción que te gusta experimentar regularmente. A continuación tratamos de explica las posibles causas de este fenomeno emocional que tal ves solo los humanos exprimentamos.
Comer es un placer por razones químicas. Es decir, todo el control lo tiene nuestro cerebro y no el estómago. Al comer, nuestras neuronas segregan una hormona llamada “dopamina” que está asociada con el sistema del placer del cerebro y hace que no podamos controlarnos. Esto tiene mucho sentido si caemos en la cuenta de que la mayoría de nuestras “primeras citas” han transcurrido entorno a una mesa. ¡Pensandolo por un momento! Es la combinación perfecta: sentimos placer al estar junto a una persona por la que nos sentimos atraidos o agusto y a la vez también sentimos placer al comer. ¡Ahora entendemos porqué muchas “citas” terminan como terminan! 😉 Al igual que comer la dopamina también es la responsable de que nos sintamos tan felices después de tener relaciones sexuales. Ahí queda dicho.
Pero ¿por qué hay alimentos que al comerlos nos producen más placer que otros? ¿Por qué a cada apersona le produce placer ingerir unos alimentos determinados? Es sencillo. El placer es una sensación subjetiva vinculada a innumerables estímulos, muy diversos para cada persona. Por ejemplo, hay personas que sienten placer al comer un alimento o un plato que les trae recuerdos de la infancia (¡los platos de la mamma!), a otras les evoca momentos felices de su vida y hay quien lo asocia a determinadas emociones. Así que en definitiva, podríamos decir que los alimentos tienen un valor emocional que explicaría porqué las tentaciones se sienten de forma tan particular y porqué en casos en los que uno está agustito y relajado, bien sea porque se encuentra de vacaciones frente a un buffet libre o comiendo en familia, no puede controlar qué y cuanto come. ¿Te resultan familiares estas situaciones?
“Es muy importante que tomemos el alimento como medio de vida y placer lícito; pero como todas las emociones, los placeres no deben superar lo razonable”.
Olvidemos los sentimientos de culpabilidad relacionados con la alimentación. Para ello, debemos desarrollar una relación coherente con la comida y unos hábitos alimentarios inteligentes y saludables. Esto puede incluir una confección imaginativa y sabrosa de nuestras comidas favoritas para aumentar el placer sin incurrir en excesos.
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Perséfone (también conocida como Kore y llamada Prosepina por los romanos) era la hija de Zeus y Deméter, ambos engendrados por Cronos y Rea. Deméter era la diosa de la agricultura y la cosecha y, como tal, a Perséfone le tocó ser la responsable de la germinación de las plantas, de los frutos de los árboles y de la maduración del cereal.
La joven creció apartada del Olimpo, viviendo con su madre y las ninfas, y se convirtió en una bellísima muchacha de la que dioses como Apolo, Hefesto o Hermes se enamoraron pero Deméter los rechazó a todos. Un día, en uno de los escasos viajes al mundo de los vivos que realizaba, Hades vio a Perséfone y se enamoró de ella. Comenzó a observarla desde la distancia y, obsesionado como estaba, decidió raptarla. Perséfone se encontraba recogiendo flores con sus amigas y protectoras las ninfas cuando, aprovechando un momento en el que la joven quedó sola, Hades abrió una grieta en el suelo y se la llevó en su carro hasta el Inframundo, donde la hizo su reina. Las ninfas, que no habían impedido aquella tragedia, fueron convertidas en sirenas (por entonces híbridos de mujer y pájaro, no pez) para ayudar en la búsqueda de Perséfone o como castigo, según la versión. Deméter estaba desolada y acabó por abandonar sus tareas y responsabilidades como diosa de la cosecha para dedicar todos sus esfuerzos a buscar a su hija.
El castigo
Pasó el tiempo y Deméter decidió acudir a Helios, el dios sol que todo lo veía, para preguntarle dónde estaba su hija. Cuando se enteró de lo que había pasado y de que su hija era prisionera de Hades, Deméter se enfadó tanto que prohibió a las cosechas y las plantas volver a crecer o dar frutos hasta que Perséfone estuviera de regreso. La situación llegó al límite y Zeus, acosado por las reclamaciones de los humanos que morían de hambre y los llantos de Deméter, decidió intervenir mandando a Hermes (dios del ingenio) a negociar con Hades.
La trampa
No fue tarea sencilla pero el dios alado consiguió convencer a Hades de que renunciara a Perséfone y la devolviera con su madre con la condición de que la joven no comiera nada hasta haber salido de su reino. Los dioses sellaron el pacto pero el señor del Inframundo tenía un as bajo la manga: no avisó a su prisionera de esta condición y, antes de que se marchara, le ofreció unas semillas de granada para el camino.
Al reencontrarse con Deméter se descubrió la trampa de Hades. El trato no se había cumplido por lo que Perséfone tendría que permanecer la mitad del año con Hades como reina del Inframundo y la otra mitad con su madre en la Tierra. No hubo más remedio que aceptar la situación pero, durante los meses en que Perséfone estaba en el inframundo, Deméter estaba tan triste que la naturaleza moría y no crecía nada (otoño e invierno). Por su parte, la salida de la joven del mundo de los muertos simbolizaba el renacer de las plantas y las cosechas (primavera y verano).
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Aniversario del natalicio del benemérito de las américas
“Los sabores de México”, micrositio de Google Arts & Culture reúne documentos antiguos que dan registro de la historia de la gastronomía mexicana, como lo son los apuntes de cocina de la casa de Benito Juárez
La plataforma Google Arts & Culture creó un micrositio dedicado a la gastronomía de México. En este espacio, digital y gratuito, el usuario tiene oportunidad de aprender más curiosidades sobre la comida mexicana y su historia, como recetarios antiguos, o como lo es en este caso el registro de ingredientes de la casa de Benito Juárez, así como el menú de sus últimos días de vida, archivos digitalizados que comparte la plataforma, que provienen del Archivo General de la Nación (AGN).
Estos documentos, que datan del periodo en el que el expresidente vivía en Veracruz, durante la Guerra de Reforma, si bien no se tratan de recetas, sí muestran el tipo de alimentos que se consumían en esa época, así como sus precios.
Lomo, carnero, venado, chachalaca, longaniza, chile ancho, “exotes” (sic.) -sí, lo escribían con “x” y no “j”- lechuga, mangos, nopales, platanitos, pan de huevo, chocolate, son algunos de los alimentos que figuran en la lista de compras de la casa de Benito Juárez.
Foto: Archivo General de la Nación vía Google Arts & Culture.
El responsable de escribir la lista de compras y registrar el gasto era Domingo Arce, mayordomo de la familia de Juárez.
El registro lleva un orden, como se puede ver. Arce iniciaba la lista con los ingredientes para los platos fuertes, hasta llegar a antojitos y otros gastos, como lo eran los “sigarros” (sic.), las velas, la nieve y una botija de aceite. Hasta arriba de cada lista se anotaba la fecha del día.
Imagen: Archivo General de la Nación vía Google Arts & Culture.
Algunos datos curiosos sobre los hábitos de alimentación de Benito Juárez y su familia:
– Al día se compraban 10 tipos de carne distintos, siendo la res, el venado y el cerdo las principales
– El plátano y camote eran la fruta y la planta que más consumían
– La lista podría revelar los postres favoritos de Benito Juárez y sus seres queridos, porque el helado, la nieve y el chocolate eran imprescindibles en la lista de compras
– En cuanto a alcohol, el jerez y el vino de Burdeos eran los más consumidos
¿Cuánto gastaba Benito Juárez en comida durante su estancia en Palacio Nacional?
A puño y letra de Benito Juárez, el Archivo General de la Nación tiene los registros de los gastos del entonces presidente cuando vivía en Palacio Nacional.
En el lado derecho de la página, se desglosan las cifras y al final de la página se ve la suma y el resultado, junto al cual Juárez escribía “Se me deben”. De acuerdo al análisis expuesto en Google Arts & Culture, se trataría de un documento que tenía la intención de registrar los gastos que después se le tendrían que reembolsar al presidente, cuando la economía mexicana mejorara.
Imagen: Archivo General de la Nación vía Google Arts & Culture.
En estos archivos no se detalla cada gasto, sino que Benito Juárez lo anota de forma general, como “mesa”, clasificación que usaba para registrar sus alimentos, aunque sí se puede notar una vez el gusto por el jerez, vino de Burdeos, e incluso el coñac y la champaña. El registro era mensual, y se subdividía por días (lunes, martes, miércoles, etc.).
El último registro de gastos que llevó Benito Juárez fue seis días antes de morir, el 12 de julio de 1872. Ese viernes anotó que había gastado 12 reales en vino Burdeos.
Imagen: Archivo General de la Nación vía Google Arts & Culture.
Esto es lo que comió Benito Juárez dos días antes de morir
Media copa de jerez, sopa de tallarines, “salsa picosa de chiltepiquín”, un café, servido entre la una y dos de la tarde; y media copa de rompope a las 9 de la noche , son algunos de los alimentos y bebidas que escribió Benito Juárez en una nota para indicar qué deseaba comer aquel lunes 16 de julio de 1872.
Imagen: Archivo General de la Nación vía Google Arts & Culture.
Al día siguiente de haber escrito este menú, Juárez cayó enfermo y fallecería el 18 de julio de 1872.
Los Mayas fueron grandes astrónomos, creadores de sorprendentes calendarios astrológicos, amantes del cacao y habitantes de bellos centros ceremoniales como Chichén Itzá. Adicionalmente a estos conocimientos fueron grandes cocineros y productores de alimentos que siguen existiendo hoy en día.
Foto: Libro Polo Vuh
Para entender la gastronomía maya es importante conocer el Popol Vuh, un libro con grandes cualidades literarias, comparables con laOdisea o el Ramayana hindú. Ya que en este libro se explica la relación del hombre y la naturaleza en la que creían los mayas. Por ello tenían el conocimiento de que el hombre fue creado de maíz, cultivo noble y bueno.
Los hombres del maíz
El desarrollo de la cultura gastronómica de los Mayas es singular para la época en el continente americano. Estos eran cazadores, recolectores y agricultores: de hecho, eran conocidos como los hombres del maíz ya que, según una leyenda maya, los dioses se sirvieron del maíz para modelar el cuerpo del primer hombre.
Puede que no nos demos cuenta, pero muchas de nuestras comidas favoritas, como el guacamole, los tamales y el chocolate, fueron descubiertas, desarrolladas y refinadas hace siglos, en el mundo maya.
Aquí están algunas de las más representativas:
Chocolate
Foto: Chocolate Maya iStockPhoto
El cacao es endémico en la tierra de los mayas, que fueron los primeros en tomar las semillas de la fruta, tostarlas y hacer chocolate caliente. Los antiguos mayas no hacían barras dulces ni agregaban azúcar o leche al cacao. En vez de eso, tomaban el chocolate como un elixir ceremonial y un sabroso mejorador del ánimo. Para los mayas, el cacao era un regalo sagrado de los dioses, y los granos se utilizaban como moneda. Ek Chuah, el dios maya de los mercaderes y el comercio, también era el patrono del cultivo de cacao. Cuando los españoles invadieron las tierras mayas en el siglo XVI, adoptaron la bebida y le agregaron azúcar y leche para hacerla dulce y cremosa. Para aprender más sobre el cacao y probar chocolate, visite el Ecomuseo del Cacao, en la región Puuc de Yucatán.
Aguacates y guacamole
El aguacate, originario del sur de México y Guatemala, es apreciado por su sabor y su textura cremosa, y era un cultivo venerado por los antiguos mayas. Aún en la actualidad, a las personas de Antigua Guatemala se les llama panzas verdes, debido a la dependencia a los aguacates que tienen en épocas de dificultades. El aguacate, combinado con chile, ajo, cilantro, cebolla y lima o limón, se convierte en guacamole, un suntuoso aperitivo. No espere encontrar solo aguacate Hass, en el mundo maya hay muchas otras variedades, la mayoría de las cuales lo superan en tamaño. En 1917, Wilson Popenoe, un explorador de la Asociación del Aguacate de California, informó por qué los aguacates guatemaltecos son los mejores: “La pulpa es de un color amarillo más profundo y más suave, y su textura es más mantecosa y su sabor más rico que cualquier otra variedad conocida hasta hoy en Estados Unidos”.
Poc Chuc
Foto: Platillo Poc Chuc / Food and Travel
Este plato típico yucateco data de los tiempos en que no existía la refrigeración, cuando la carne se salaba para conservarla. El cerdo cocido lentamente se combina con jugo de naranja agria y vinagre, para atenuar la salazón de la carne. El jugo de naranja devuelve la frescura al cerdo curado y le da un sabor ácido. La naranja agria es una variedad de naranja, pero su jugo no es amargo. El plato va cubierto con cebollas salteadas con cilantro y un poquito de azúcar. Julio Bermejo, del restaurante mexicano Tommy’s en San Francisco, que sirve especialidades yucatecas, dice que su restaurante favorito en Yucatán es el Restaurante El Príncipe Tutul-Xiu, en Maní: “¡Hacen el mejor poc chuc del mundo!”
Tortillas de maíz
Foto: Aldo Pavan, Grand Tour/Corbis
Las tortillas caseras proporcionan una satisfacción elemental. En los mercados al aire libre, se escucha un aplauso rítmico cuando las mujeres les dan forma, luego las cocinan en un comal, una gran sartén de hierro o arcilla con fuego de leña que parece un tambor de acero caribeño. Estas tortillas tienen solo de ocho a diez centímetros de diámetro, pero son más gruesas que lo acostumbrado para los norteamericanos. El mito de la creación de los mayas dice que las personas estaban hechas de “masa” (masa de maíz), y esta sigue siendo el elemento esencial de la dieta de los mayas autóctonos. Recién salidas del comal, las tortillas son asombrosamente satisfactorias, el acompañamiento ideal para los frijoles negros guatemaltecos o la base perfecta para una capa de guacamole.
Desayuno tradicional
Las comidas sencillas a menudo son las mejores. El desayuno típico maya incluye huevos revueltos, acompañados con frijoles negros, plátano frito (similar a la banana, pero más grande y de un sabor más complejo), un poco de queso blanco y una taza de café fuerte hecho con granos locales. Y todo esto acompañado con una canasta de tortillas calientes de maíz amarillo cubierta con una tela.
Dos refrescos: Jamaica y horchata
En las cantinas de todo el mundo maya, verá enormes vasos de vidrio con aguas frescas. La bebida de un color rojo brillante es agua de jamaica, conocida simplemente como jamaica, hecha con los cálices de las flores de hibisco, agua y azúcar. Tiene un alto contenido de vitamina C y es el modo ideal de combatir el sofocante calor del verano. Otro refresco popular en la península de Yucatán es la horchata, una mezcla de leche de arroz, almendras molidas, canela y azúcar. Algunas variedades tienen chufa, vainilla o cebada. El resultado es similar a una malteada, pero no es tan densa ni espesa. La horchata es ideal para acompañar platos picantes.
Tamales tradicionales DZOTOBICHAY
Foto: Tamales tradicionales Maya / Food and Travel
Ninguna exploración culinaria de la vida maya estaría completa sin los tamales. Hechos con masa de harina de trigo y rellenos con pollo, cerdo, vegetales o queso, los tamales se envuelven en hojas de maíz (o una hoja de banana o plátano) y se cocinan al vapor. Luego, se los abre y se los cubre con salsa. Algunos tamales se hacen con frutas u otros rellenos dulces. En gran parte del mundo maya, las mujeres indígenas caminan de puerta en puerta vendiendo cestas de deliciosos tamales. Disfrutados mucho antes de la invasión española, los tamales son un elemento básico de las celebraciones y festividades de las fiestas mayas. Incluso aparecen en los antiguos glifos mayas y en artefactos encontrados en excavaciones.
Salsa “Nariz de perro”
Foto: Salsa Xni-Pec
Esta ardiente salsa, hecha con chile habanero, no es para paladares delicados. Es muy picante y debería venir con una advertencia: “Podría hacerlo llorar”. Recibe su nombre porque el picante intenso puede hacerte gotear la nariz. En gran parte de la península de Yucatán, esta salsa, también conocida como “xni-pec”, no solo incluye los ingredientes tradicionales (tomate, cebolla, cilantro y lima), sino también jugo de naranja, pomelo o toronja.
Cochinita Pibil
Otra comida maya impresionante cuya receta ha permanecido casi intacta hasta la actualidad es la cochinita pibil o cerdo pibil. En maya, Pibil significa enterrado y así es exactamente como se prepara este plato. La carne, más a menudo de cerdo, aunque se puede hacer pibil de cualquier cosa, se adoba con el jugo de una naranja y un achiote. Ese color naranja distintivo proviene del achiote. Después de que el cerdo se haya marinado, se envuelve en hojas de plátano y se coloca en un hueco en el suelo con carbón en el fondo. El carbón esencialmente ahuma y cocina la carne, ya que todo está cubierto de tierra durante unas horas mientras se cocina.
El conocer y saborear la gastronomía maya es un deleite único que los mexicanos atesoramos con profundo respeto, y que sin duda es una de las más importantes de nuestro país, ya que a través de ella, la gastronomía mexicana es considerada como una de las mejores del mundo.
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