De todos esos alimentos, tu máximo enemigo no sólo para tu dieta sino para tu salud, más que los azúcares, la manteca, los procesados, son las patatas fritas. Aunque no lo creas, a partir de un estudio realizado durante 20 años se pudo reportar que las papas son las que cargan la mayor culpa de tus kilos de más. ¿Acaso lo imaginabas?
Estos aparentemente tan ingenuos bastoncitos alcanzan un nivel extremadamente alto de cloruro de sodio: cada porción grande contiene entre 500 y 1000 gramos de sal. El peligro no es sólo ese, sino que también, muchos consumidores creen que estas no incluyen sal y les adhieren aún más. El excesivo consumo de sodio se asocia directamente a enfermedades cardiovasculares y a la presión alta.
Para empeorar las cosas, en los últimos años se descubrió que las patatas fritas, especialmente aquellas elaboradas en cadenas de comida rápida, contienen una sustancia potencialmente tóxica denominada acrilamida. Esta resulta de la cocción de carbohidratos y aminoácidos a temperaturas excesivamente altas. La misma, no sólo es considerada altamente cancerígena, sino que puede desarrollar modificaciones y daños en nuestra información genética.
Si sufres de una gran debilidad por estos peligrosos pero irresistibles palitos, y realmente no puedes recortarlo de tu dieta, intenta prepararlas tú misma, ¡harás una gran diferencia! Ya que lo que las hace tan dañinas es la manera en que se lleva a cabo su cocción, si las cocinas en tu hogar evitarás la formación de todos esos ingredientes nocivos y de seguro se verán mucho más sabrosas.
Publicado por Camila Mendoza en: Vix