Su aspecto podría semejarse al de una piña, pero cuando se arranca una cuña se puede observar un colorido interior que varía entre el amarillo, el naranja y el rojo.
Esta fruta puede alcanzar hasta 20 centímetros de diámetro y 30 de longitud. Su sabor es dulce, muy parecido al de la pera, pero su textura es más fibrosa.
La fruta se consume a diario en la isla y tiene 321 calorías por cada 100 gramos, algo menos que el plátano. Para algunos pueblos de la Micronesia supone hasta 50% de la energía diaria. Se asegura que allí se come hasta un kilogramo por día, per capita, y hasta casi tres cuando es temporada.
Es importante mencionar que este fruto constituye una importante fuente de vitamina C y posee propiedades medicinales indicadas para curar dolores de cabeza y el estreñimiento. En Hawái, Micronesia, Polinesia, Indonesia y las islas Marshall es toda una actividad social consumirlo, puesto que se hace fuera de las horas de las comidas.
Este fruto puede comerse crudo o cocido, pero si se trata de ejemplares salvajes siempre habrá que cocinarlos, pues contienen unos cristales de oxalato cálcico que irritan la boca.